España es el segundo país del mundo con más reservas de la biosfera, en total 45 zonas, solo por detrás de Estados Unidos que mantiene dos más; en total, casi el 9 % de nuestra superficie está incluída en esta red. Además, es el país de la Unión Europea con mayor diversidad biológica, a pesar de que nuestro territorio supone solo el 4,5% de su superficie, están presentes el 60% de los hábitats y el 40% de las especies incluidas en las directivas que tienen por objeto la conservación de la naturaleza.
Las reservas de la biosfera han sido definidas en el marco del Programa “El Hombre y la Biosfera” (MaB, en sus siglas en inglés) de la UNESCO y se aplica a territorios que albergan importantes valores naturales, a los que se suma el patrimonio cultural existente, y donde la población manifiesta la voluntad de aplicar un modelo de desarrollo respetuoso con dichos valores.
Las primeras reservas de la biosfera españolas datan de 1976, incluyéndose desde entonces lugares tan destacados como Cabo de Gata-Níjar (Almería), Doñana (Huelva), Sierra de Grazalema (Cádiz y Málaga), Sierra de las Nieves (Málaga), Sierra de Cazorla (Jaen), Sierra Nevada (Granada), Ordesa-Viñamala (Huesca); Muniellos, Redes y Somiedo (Asturias); Picos de Europa (Asturias, Cantabria y León); las islas de Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria, La Palma, El Hierro, y Menorca; la Mancha Húmeda; Alto Bernesga, Los Ancares, Babia, Valle de Laciana, Valles de Omaña y Luna y Los Argüellos (León), Sierras de Béjar y Francia (Salamanca); Montseny (Girona); Monfragüe (Cáceres); Os Ancares Lucenses, y Terras do Miño (Lugo), o Urdaibai (Vizcaya).
El pasado mes de mayo la Unesco, decidió sumar a esta lista a La Granja y El Espinar, en la Sierra de Guadarrama (Segovia), las Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, en Galicia, y las Tierras del Ebro, en Cataluña, así como la ampliación de la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamañala, en Aragón, duplicando su superficie, de 51.396 hectáreas a 117.364 hectáreas.
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La de La Granja y El Espinar, o Reserva de la Biosfera Sierra de Guadarrama, tiene una extensión de 35.414 hectáreas, y una población de cerca de 14.000 personas. A ella pertenece la montaña de Valsaín, que es una de las grandes zonas arboladas del país, y con un considerable valor a la vez ecológico, económico, estético y social. Destacando además la industria vidriera con la Fábrica Nacional del Vidrio, el turismo y la agricultura a pequeña escala como actividades económicas y con varios centros de investigación instalados en la zona que se dedican principalmente a la investigación forestal.
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La reserva de las Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, cubre alrededor de 116.000 hectáreas, y 190.000 habitantes, englobando las cuencas de dos grandes ríos, el Mero y el Mandeo. Alberga, además, una elevada riqueza de especies silvestres, tanto en la flora como en la fauna, representativos del medio marino, costero, y continental. A la diversidad de especies debe añadirse una importante diversidad de hábitats que incluye 49 tipos (68% de los presentes en Galicia), 12 designados como prioritarios (66% de los presentes en Galicia). Además, concentra una gran diversidad cultural ligada al uso de recursos naturales, lo que ha hecho posible el mantenimiento de comunidades y la conservación de razas autóctonas de ganado.
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En cuanto a las Tierras del Ebro, reserva situada en Cataluña con 367.729 hectáreas de superficie, tiene 190.000 habitantes y abarca el delta y la cuenca del Ebro, el río más caudaloso de España. La zona cuenta con una elevada variedad de especies, muchas de ellas endémicas y protegidas mediante directrices europeas. La economía de la zona ha estado basada en la agricultura y el aprovechamiento tradicional de los recursos; a lo cual ha contribuido la baja densidad de población y las duras condiciones físicas de una parte importante del territorio, confeccionando el paisaje actual.