Es importante aprender a envejecer y nuestras instituciones deben ayudar y dotar a las personas mayores de los recursos que necesitamos para llevar a cabo nuestros proyectos.- José Agustín Arrieta, presidente de AGIJUPENS de Gipuzkoa
Es fundamental ser mayor y no sentirse viejo. Reconozco que la fragilidad está presente en nuestra salud, pero es posible mantener proyectos e ilusiones en nuestro envejecimiento. Y esto es lo que desde nuestras Asociaciones Sociales de Jubilados queremos reiniciar, resetear después de la pandemia que hemos sufrido.
Bien sabemos que cada vez vivimos más y que la esperanza de vida va creciendo. Ya hablamos de la 3ª y 4ª Edad, y esto quiere decir que es importante dar solución a la feminización del envejecimiento, que tengamos unas pensiones dignas y justas, que vayamos sorteando y canalizando la soledad como la dependencia.
La clave es la calidad de vida para solucionar la longevidad. No vale vivir o llegar a los 100 años con 20 años últimos guardando cama. Es fundamental recordar estas claves:
- Necesitamos una Ley contra el maltrato y la falta de respeto a los mayores.
- Es necesario educar desde la escuela y la familia sobre el envejecimiento.
- Necesitamos unas pensiones dignas con un poder adquisitivo. Garantizar la sostenibilidad de las pensiones de una manera suficiente para que nuestra vida de jubilados sea digna.
- Nuestras administraciones públicas como Ayuntamientos y Diputación deben aumentar los presupuestos para que podamos desarrollar nuestros proyectos y poder mantener nuestras Asociaciones Locales de Personas Mayores.
- Romper la brecha digital sea en nuestros pueblos como en el mundo rural.
- Enriquecer y potenciar la convivencia para desarraigar la soledad y el aislamiento.
- Cuidar la salud y reducir la dependencia, enfermedades crónicas, discapacidades.
- Tenemos que mantenernos activos y reiniciar nuestras actividades en nuestros Centros y así lo estamos haciendo.
- No podemos olvidar la solidaridad intergeneracional, como la necesidad de que nuestras pensiones tienen que ser más dignas y públicas, blindaje de las mismas con el IPC, erradicar la soledad y el edadismo (discriminación por razón de edad) y hacer de nuestro entorno una sociedad más solidaria.
- No queremos ser ciudadanos de segunda categoría. No a la brecha digital, ni la marginación en la atención bancaria.
- Desde el punto sanitario es importante no tener listas de espera dilatadas y que la atención sea presencial y de calidad.
Sin lugar a dudas es importante aprender a envejecer y nuestras instituciones deben ayudar y dotar a las personas mayores de los recursos que necesitamos para llevar a cabo nuestros proyectos.
Son breves reflexiones ante el 1 de octubre, Día internacional de las Personas Mayores, ya que somos ciudadanos de pleno derecho que desde nuestra experiencia, conocimiento y entrega aportamos y enriquecemos a toda la sociedad.
José Agustín Arrieta, presidente de AGIJUPENS de Gipuzkoa