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Decía Einstein que era más difícil desintegrar un prejuicio que un átomo, y un estudio sobre conducción y personas mayores viene a confirmar la frase del científico alemán. Según ’Mayores de 65 años al volante ¿peligro real o mito social?’ los mayores de 65 años tienen 4 veces menos posibilidades de tener un accidente que la media. La razones son que respetan más los límites de velocidad, no son agresivos en la conducción y aceptan mucho mejor sus propias limitaciones (auditivas y visuales, sobre todo), lo que, entre otras cosas, les hace recorrer menos kilómetros y conducir menos por la noche.

Sin embargo, lo sorprendente del estudio es la percepción que el resto de conductores tiene sobre los mayores del 65 al volante. Según es estudio de la Fundación Línea Directa, para el que ha realizado 1.700 entrevistas por toda la geografía nacional, los españoles siguen demostrando una gran desconfianza hacia los automovilistas más veteranos. De hecho, casi 10,4 millones aseguran haber vivido situaciones de riesgo en la carretera que atribuyen a los mayores y casi 8 millones los califican de “peligrosos”. De hecho, 4,4 millones de personas retirarían el carné a sus propios familiares mayores.

Quizás por todo ello, muchos conductores serían partidarios de endurecer la normativa vigente: 860.000 automovilistas (3,3%) retirarían automáticamente el carné a los 65 años, 2,8 millones prohibiría a los mayores conducir por la noche y casi 19 millones les obligaría a hacer exámenes psicotécnicos anuales.

Pese a ser el colectivo que menos accidentes tiene, son los más perjudicados en los mismos. Cuando tienen un accidente su mortalidad es mayor, más del doble, y sus lesiones más graves, un 9% más, y además la tendencia es negativa ya que en dicho periodo aumentaron su mortalidad en un cinco por ciento mientras que los menores de 25 años la bajaron un 67%.

Los incidentes de estos automovilistas suelen producirse con turismos (73%), en carreteras convencionales (44,7%) y con coches más envejecidos (más de 10 años) que la media. En cuanto al género, los hombres presentan el doble de accidentalidad que las mujeres, una constante que parece habitual independientemente de la edad de los conductores.

En cuanto a las maniobras, las intersecciones, las incorporaciones y los giros a la izquierda suelen ser más críticas para los mayores. Respecto a la temporalidad, los viernes, el mes de julio y la franja horaria que va desde las 10 a las 14 horas, son los momentos con más riesgo para estos automovilistas.

Asimismo, el estudio presenta un mapa en el que compara  la accidentalidad general de cada Comunidad Autónoma con la de los mayores de los 65 años en ese mismo territorio. En este sentido, Galicia, Castilla y León y Comunidad Valenciana son los territorios donde, comparativamente, los mayores superan ampliamente la accidentalidad del resto de conductores. En el extremo opuesto se encuentran Madrid y Andalucía, donde los mayores de 65 años tienen menor proporción de accidentes que los demás automovilistas.