“Lo que no se mide, no se cambia”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado oficialmente la primera escala global para medir el edadismo —la discriminación por razón de edad—, un paso decisivo para visibilizar, comprender y combatir esta forma de prejuicio todavía ampliamente aceptada en nuestras sociedades. La Escalada de Edadismo de la OMS (WHO Ageism Scale) forma parte del conjunto de herramientas desarrolladas por la campaña mundial de la OMS para combatir el edadismo, enmarcada dentro del Decenio de las Naciones Unidas para el Envejecimiento Saludable (2021–2030).
Pionera en su enfoque, esta escala evalúa cómo las personas experimentan el edadismo en su vida cotidiana, ya sea de forma autodirigida, interpersonal o institucional, abarcando desde los estereotipos y prejuicios hasta actos de discriminación. La Escala de Edadismo de la OMS ya ha sido traducida al español, además de otros idiomas como árabe, chino, portugués, italiano o serbio.
Durante el acto de lanzamiento, celebrado el pasado 28 de abril por vía telemática, Etienne Krug, director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, subrayó la importancia del nuevo instrumento: “El edadismo está tan normalizado que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de que lo estamos ejerciendo o sufriendo. Esta escala nos permitirá medir lo que antes era invisible, y actuar con datos sólidos”.
¿Qué mide y cómo funciona?
Desarrollada por la OMS en colaboración con la Universidad de Edimburgo y múltiples países, la nueva Escala de Edadismo de la OMS permite medir de forma estandarizada las experiencias y actitudes relacionadas con el edadismo, tanto en uno mismo como hacia otros. Incluye versiones para evaluar el edadismo hacia personas mayores, y se prevé extenderla a otros grupos de edad.
Asia Murray, investigadora de la Universidad de Edimburgo y coautora de la herramienta, explicó que la escala ya ha sido validada en distintos países, incluida su aplicación en contextos humanitarios (como en Moldavia o Libia), en estudios sobre entornos urbanos amigables con la edad (como en Colombia) y en proyectos de intervención artística o educativa para reducir el edadismo.
La Escala de Edadismo de la OMS es un cuestionario estandarizado que permite identificar y medir cómo las personas viven y perciben la discriminación por edad. Se trata de una herramienta científica y validada, desarrollada por la Organización Mundial de la Salud en colaboración con la Universidad de Edimburgo, para ser aplicada en todo el mundo.
Evalúa tres formas de edadismo:
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Estereotipos (cómo pensamos sobre la edad)
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Prejuicios (cómo nos sentimos respecto a la edad)
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Discriminación (cómo actuamos o cómo actúan los demás hacia nosotros por nuestra edad)
Y lo hace desde tres niveles:
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Autodirigido (lo que uno piensa o siente sobre sí mismo por su edad)
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Interpersonal (lo que experimentamos de otras personas)
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Institucional (lo que vivimos a través de normas, políticas o servicios)
Según la OMS, la escala está diseñada para ser utilizada en estudios académicos, encuestas poblacionales, evaluaciones de políticas públicas, iniciativas comunitarias e incluso en contextos clínicos y sanitarios. Esto permite, por ejemplo, analizar cómo afecta el edadismo en el acceso a la salud o en la percepción de los servicios públicos.
Consta de 15 afirmaciones que deben valorarse según el grado de acuerdo, con opciones que van desde “Totalmente de acuerdo” hasta “Totalmente en desacuerdo”. La persona debe pensar si ha vivido esas situaciones en los últimos 12 meses.
Algunos ejemplos de las afirmaciones que se incluyen:
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“Siento que a mi edad todavía tengo un propósito en la vida”
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“Me avergüenzo de mi edad”
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“Otras personas me hacen sentir excluido por mi edad”
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“Me han rechazado por mi edad en oportunidades para las que estaba calificado”
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“Las personas de mi edad son presentadas positivamente en los medios”
El manual de uso también señala que la escala puede ser clave para evaluar intervenciones orientadas a reducir el edadismo, como campañas de sensibilización, reformas legislativas o programas intergeneracionales.
El edadimo: un problema universal que comienza en la infancia
El edadismo no afecta únicamente a las personas mayores.
Tal como explicó Alana Officer, jefa de la unidad de Envejecimiento Saludable y Cambio Demográfico de la OMS, los estereotipos por edad se aprenden desde la infancia: “Niños de apenas cuatro años ya interiorizan imágenes sociales sobre la vejez o la juventud a través de cuentos, medios de comunicación o el entorno familiar”. Estos prejuicios se trasladan a la vida adulta y se reflejan en el mercado laboral, el sistema sanitario, la educación o las políticas públicas.
Según el primer informe global sobre el edadismo (2021), una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas moderadas o elevadas hacia las personas mayores, y los datos sugieren que los jóvenes también experimentan discriminación, aunque se conoce menos al respecto. El edadismo, que se refiere a cómo pensamos (estereotipos), sentimos (prejuicios) y actuamos (discriminación) hacia las demás personas o hacia nosotras mismas en función de la edad, es perjudicial para nuestra salud y bienestar y tiene un alto costo económico para las personas y la sociedad. Para detener los daños, se necesitan medidas urgentes para abordar el edadismo en todo el mundo.

Medir para transformar
“Lo que no se mide, no se cambia”, recordaron los ponentes.
Esta herramienta permitirá a gobiernos, investigadores, entidades sociales y ciudadanía en general obtener datos fiables, identificar patrones y diseñar políticas más eficaces para reducir el edadismo.
Además, la escala está disponible en acceso abierto y puede ser traducida y adaptada culturalmente con apoyo técnico de la OMS.
Más que una escala: una invitación a actuar
El lanzamiento se enmarca en la campaña mundial por un “Mundo para todas las edades”, impulsada desde 2016, que promueve acciones intergeneracionales, educativas y legislativas contra el edadismo. La OMS anima a organizaciones, instituciones y ciudadanos a sumarse a esta campaña y utilizar la escala como herramienta para el cambio.
La escala es de acceso abierto y puede usarse libremente con fines no comerciales, siempre citando su origen. Se puede consultar y descargar en castellano.
Fuente de información: Organización Mundial de la Salud (OMS)