Soledades diversas – Día Internacional contra la LGTBIQ+fobia

Bandera arcoíris ondeando con el mensaje “Día Internacional contra la LGTBIQ+fobia

17 de mayo, día Internacional contra la LGTBIQ+fobia

En el Día Internacional contra la LGTBIQ+fobia, Federico Armenteros, presidente de la Fundación 26 de Diciembre, entidad socia de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), reflexiona en este artículo sobre la memoria histórica del colectivo LGTBIQ+ y la importancia de no olvidar los años de marginación, patologización y represión sufridos por tantas personas solo por ser quienes eran. Un recorrido necesario desde los oscuros años de la dictadura hasta los logros conquistados, sin dejar de señalar el camino que aún queda por recorrer para construir una sociedad plenamente inclusiva y justa. Desde la voz de la experiencia y el activismo, un mensaje directo a las nuevas generaciones: no se puede bajar la guardia, hay que seguir avanzando, juntas y juntos.

El Día Internacional contra  la LGTBIQ+fobia reivindica la igualdad de derechos y respeto al colectivo LGTBI+. Además, se busca sensibilizar a la sociedad, propiciar reflexión y denunciar las discriminaciones y agresiones verbales, físicas, intelectuales o morales de personas por su orientación sexual, identidad o expresión de género. Por otro lado, se recuerda que en algunos países la homosexualidad sigue estando penada con prisión, e incluso con la muerte; y que los delitos de odio y discriminación por la sexualidad siguen teniendo mucha presencia en toda Europa.

Se nos dice que eran otros tiempos, pero nos dejaron en los márgenes y en la soledad más absoluta a un grupo de personas por ser lo que éramos. En otras palabras, nos condenaban a no existir socialmente. – Federico Armenteros, presidente de la Fundación 26 de Diciembre

El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la OMS (Organización Mundial de la Salud) hace historia y despatologiza la homosexualidad como enfermedad psiquiátrica.

Así se recoge en el CIE (Clasificación Estadística Internacional de enfermedades y otros problemas de salud), y por eso se declara este día como el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia. Actualmente, y haciendo un trabajo de sensibilización y visibilidad de la diversidad, se denomina Día Internacional contra la LGTBIQ+fobia.

Es importante conocer los datos y hacer memoria, para poder comprender así cómo se construyó una realidad sobre un sector de la población como chivo expiatorio. Se conseguía entonces que no fuéramos visibles, que nos escondiéramos y no pudiéramos desarrollarnos en igualdad, dignidad y libertad, integrados en una sociedad diversa. Se nos dice que eran otros tiempos, pero nos dejaron en los márgenes y en la soledad más absoluta a un grupo de personas por ser lo que éramos. En otras palabras, nos condenaban a no existir socialmente.

Pero este relato tiene un principio, como todos los relatos, y se remonta al siglo XIX  a la vez que el nacimiento de la psiquiatría, la cual crea la homosexualidad como enfermedad mental. Para Freud la homosexualidad era “una anomalía fruto del desarrollo de la familia”. Las relaciones afectivas/sexuales entre personas del mismo sexo han existido siempre, y se han valorado, despreciado, perseguido, dependiendo de la cultura dominante a lo largo de la historia del ser humano.

El gran empeño en los inicios de la fue tratar de corregir cualquier orientación distinta de la heterosexualidad. Esto calaba en regímenes políticos que comenzaban a promover leyes que abalaban estas teorías. Ejemplo de ello se dio en la época franquista, cuando el dictador Franco metió la homosexualidad en el código penal en 1954 en la “Gandula” (Ley de Vagos y Maleantes), que reformaría en 1970 con la “Peligrosa” (Ley de Peligrosidad y Rehabilitación  Social), creando instituciones carcelarias y psiquiátricas que pudieran “acoger” a estos enfermos, peligrosos que, además, eran pecadores para la Iglesia católica (algo que aún seguimos siendo). Las famosas cárceles de Huelva y Badajoz, entre otras, y las colonias agrícolas como la de Tefía en Fuerteventura. En algunas de estas instituciones, así como en consultas médicas privadas, se promovía la “curación” de la homosexualidad, con durísimas terapias electroconvulsivas (TEC)  como el electroshock.

Una visión socio-cultural de la época nos puede ayudar a entender mejor el avance de la LGTBIQ+fobia

Entender e incluir la diversidad humana dentro de nuestra vida cotidiana, como un valor social donde todas las personas tienen su sitio y son importantes, nos ayudará a crecer en igualdad, para seguir construyendo una sociedad progresivamente más igualitaria y más feliz.

En 1952 la homosexualidad es considerada como una conducta reprobable y una enfermedad mental “curable”, entre las personalidades más conocidas tenemos al Doctor Gregorio Marañón que aunque suavizada la conducta, se inclinaba por el paternalismo tratando a los homosexuales de enfermos (es decir, no criminales). Contemporáneo de Marañón fue el Doctor Vallejo-Nágera con sus estudios sobre la homosexualidad, y fomentando las terapias aversivas cuyas consecuencias hoy sabemos tan negativas. Otra figura que, desde otro lado, endulzaba la homosexualidad desde el paternalismo, fue el exalcalde de Madrid, Don Enrique Tierno Galván, conocido como “el Profesor”. En la entrevista realizada para la revista Interviú en 1979, pide “compasión para las personas homosexuales por su enfermedad”.

La Asociación de Psiquiatras Americanos (APA) despatologiza la homosexualidad en 1973, en el DSMII (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), y la retira como trastorno de la sección de desviaciones sexuales. Un gran avance unido a la presión y la lucha de movimiento del colectivo, que seguía incidiendo en la despatologización y el cambio de paradigma, basándose en los Derechos Humanos. En España las primeras organizaciones se denominaban “Frentes de Liberación Homosexual”, y nacieron en 1970 cuando se impuso la ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social franquista, que insistía y reforzaba la idea de que éramos personas peligrosas.

La sociedad estaba instruida en esos conceptos de delincuencia y enfermedad, por lo que era enormemente difícil ser visible. La causa no era de interés informativo cotidiano, más bien al contrario. Es aquí donde debemos recordar y destacar la valentía de esa parte del colectivo, empoderado y reivindicativo, que daba la cara. Ejemplo de ello son Jordi Petit y Empar Pineda, en el programa La Clave en 1983, primeros homosexuales (gay y lesbiana) que hablaban públicamente y visibilizaban la diversidad. No estuvieron solos. Eran representantes de la lucha de un colectivo que en esos momentos, tras la muerte del dictador, inundaron las calles con manifestaciones, como la primera en 1977 en Barcelona, tras la que, todavía en aquellos momentos, recibieron una brutal represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, como resultado.

Hemos conseguido grandes cambios en la cultura y en la sociedad, apoyados por cambios legislativos, impulsados por esa lucha que responde ante una realidad injusta, aunque nos queda todavía camino que recorrer. Los vientos que están empezando a soplar auguran tiempos complicados, pero la sociedad avanza y, por ejemplo, el matrimonio igualitario se consolidó hace tiempo, y hemos podido celebrar su vigésimo aniversario, como una victoria de toda la sociedad.

Como conclusión, volvamos a la efeméride que nos toca celebrar hoy, día mundial contra la LGTBIQ+fobia. Entender e incluir la diversidad humana dentro de nuestra vida cotidiana, como un valor social donde todas las personas tienen su sitio y son importantes, nos ayudará a crecer en igualdad, para seguir construyendo una sociedad progresivamente más igualitaria y más feliz. Ese el legado que tenemos que dejar, y el que se tiene que recoger, para seguir avanzando hacia siguientes generaciones. Nos toca decíroslo, a las que lo hemos construido, a las que hemos vivido el paso de la dictadura a la democracia, a las personas mayores que seguimos preocupadas por la desigualdad y las injusticias, nos toca deciros a las nuevas generaciones que hay que seguir avanzando, y que contamos con vosotros y vosotras, del colectivo y fuera de él, tenemos que caminar toda la sociedad en conjunto.

Autor: Federico Armenteros, presidente de la Fundación 26 de Diciembre