No hay justicia social sin igualdad de género en todas las etapas de la vida

8 de marzo UDP se suma al día de la mujer reivindicando los derechos de las mujeres mayores

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

La igualdad de género debe implementarse de manera transversal en las políticas de envejecimiento activo y saludable para no dejar de lado las necesidades específicas de las mujeres más longevas. Unas políticas donde las Administraciones Públicas deben contar con la opinión de las Mujeres Mayores. Pues es fundamental conocer cómo queremos envejecer, dónde y con quién. – Inmaculada Ruiz Martín, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP).

Un año más, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) nos sumamos a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, reivindicando la importancia de la igualdad, la participación y el empoderamiento de las mujeres a lo largo de toda su vida.

Este 2025 marca un hito clave con el 30.° aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un compromiso internacional por los derechos de las mujeres y la igualdad de género. 

Sin embargo, tres décadas después, los derechos y necesidades de las mujeres mayores siguen estando invisibilizados, algo que impacta directamente en el bienestar y en la calidad de vida de todas y cada una de nosotras. Nuestros derechos no deberían de resentir por el simple hecho de hacernos mayores, longevas o viejas.

¿Y si planteamos un ejercicio de memoria a la sociedad actual? En España, las mujeres que hoy somos mayores fuimos las protagonistas de un gran cambio con la derogación del adulterio en el Código Civil, la eliminación de la licencia marital para comprar, vender e incluso trabajar, la legalización de los anticonceptivos, la aprobación de la ley sobre la violencia de género, de la ley de la dependencia y de la autonomía personal y en definitiva, la incorporación de la mujer al mundo laboral, social y político. 

Es fundamental y necesario reconocer las aportaciones de todas aquellas jóvenes que hoy siguen (y siguen) luchando por la igualdad de género. Es una oportunidad que debe ser aprovechada para el desarrollo de nuestras vidas activas y pleno ejercicio de nuestros derechos. No hay justicia social sin igualdad de género en todas las etapas de la vida

Las mujeres mayores no somos todas iguales, al igual que tampoco lo son nuestros deseos, inquietudes y necesidades. No todas necesitamos cuidados, ni todas queremos ser cuidadas, ni tampoco ser cuidadoras. Tampoco todas nos sentimos en una situación de soledad no deseada, otras sí, y somos muchas las que formamos parte activa de entidades sociales, redes comunitarias y de voluntariado. También es muy diferente envejecer siendo mujer en las zonas rurales, donde cada vez es mayor la escasez de servicios esenciales frente a la oferta informativa , servicios de salud  y de prevención o espacios de apoyo en las ciudades. 

La igualdad de género debe implementarse de manera transversal en las políticas de envejecimiento activo y saludable para no dejar de lado las necesidades específicas de las mujeres más longevas. Unas políticas donde las Administraciones Públicas deben contar con la opinión de las Mujeres Mayores. Pues es fundamental conocer cómo queremos envejecer, dónde y con quién. Y en definitiva, que todas nosotras desde nuestra libertad, autonomía e independencia elijamos cómo envejecer y con qué recursos. Las mujeres mayores no somos receptoras pasivas, sino titulares de derechos y ciudadanas de pleno derecho. Contar con nosotras y con nuestra voces, en toda su diversidad.

Por otro lado, la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, el pasado 26 de febrero, es una medida esencial para erradicar esta lacra social en España y que también afecta a muchas mujeres mayores a lo largo de toda su vida y avanzar de esa manera, hacia la igualdad real y la justicia.

Las reivindicaciones de las mujeres mayores no son aisladas. La precariedad laboral que afecta a tantas mujeres durante su vida laboral no solo impacta su presente, sino que determina su futuro. Si la economía de las mujeres trabajadoras es frágil hoy, sus pensiones serán aún más precarias mañana. En ese sentido, las políticas en materia de pensiones deben corregir desigualdades, no perpetuarlas. Garantizar pensiones dignas para las mujeres también es una cuestión de justicia social y de igualdad de género.

Todo lo que sea un retroceso es una pérdida de derechos para la mujer. Un motivo más para seguir caminando y avanzando hacia una sociedad  más igualitaria, inclusiva, libre de machismo y edadismo.

El papel de las mujeres en el movimiento asociativo de las Personas Mayores

La participación y el liderazgo de las mujeres en el movimiento de las Personas Mayores es cada vez más representativo.  Desde UDP, a través del Plan de Igualdad, trabajamos para garantizar la corresponsabilidad, la equidad y el liderazgo femenino dentro del movimiento asociativo, asegurando que las mujeres mayores tengan voz, igualdad de oportunidades y representación en la toma de decisiones.

Y en esa labor, cabe destacar la iniciativa “Mujeres en UDP” con el objetivo de dar a conocer y visibilizar a  mujeres de más de 65 años que forman parte de asociaciones de personas mayores y que participan en el día a día asociativo, ya sean directivas, socias o voluntarias.

El asociacionismo no solo es un cauce natural de participación sino también un complemento vital en nuestras vidas y para mejorar la sociedad que nos está tocando vivir, por ello, está en nuestra mano, en nuestro día a día asociativo seguir defendiendo los derechos de las mujeres y la erradicación de la desigualdad de género.

Inmaculada Ruiz Martín. Presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP)

Inmaculada Ruiz Martín, presidenta de UDP, en un evento institucional.
Inmaculada Ruiz Martín, presidenta de UDP, durante un acto institucional Congreso UDP 2021