¿Y por qué no una banca pública? por Julio Méndez Menéndez de Llano

Julio Méndez Menéndez de Llano, Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo, nos comparte la carta:  ¿Y por qué no una banca pública?:

El pasado lunes 31 de enero la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo convocó una concentración ciudadana, con el fin de hacer visible nuestra queja a la banca por el trato discriminatorio que se viene ejerciendo sobre las personas mayores.

Julio Méndez Menéndez de Llano, Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo, nos comparte la carta:  ¿Y por qué no una banca pública?:

Personalmente no tengo ninguna duda, estoy seguro de que, si se quiere, se puede. Experiencia hay para saber en qué manos se puede poner. Tenemos muchísimas personas honradas y capacitadas.

¿Es tan complicado dar un paso atrás y crear una banca pública en España?, ¿recrear las cajas de ahorro? No hay quien añore, por ejemplo, La Caja Postal de Ahorros o los diversos bancos de crédito, o aquellas otras cajas económicamente saneadas y rentables, que se “cargaron” por la puerta trasera…

Hubo un largo tiempo que los españoles gozábamos de unas entidades que nos garantizaban, más o menos, nuestra situación de clientes con la seguridad del respaldo estatal.

Pero, como suele suceder, los pillos empezaron a meter sus sucias manos, los consejos de administración, nombrados a dedo, se reunían para cobrar dietas de asistencia, para obtener algunos favores y poco más, pero no se preocupaban del desfalco lento y permanente, hasta que ya no hubo remedio. Aquello era el final, todas las entidades a la ruina, eso sí, sin culpables o con algunos “cabezas de turco” que pagaron por todo el resto, pero nadie sabía cómo se había llegado allí. Nadie pidió perdón, todos miraron de soslayo…

Y las cajas de ahorro fueron desapareciendo, o casi regaladas, o absorbidas por la banca privada, y, para más burla, con la inyección de 60.000 millones de euros, de los nuestros, de todos nosotros. ¡Y la banca privada aplaudiendo con las orejas, vía libre! Ahí comenzó su camino sin trabas, ya controlan nuestras nóminas, las pensiones, las finanzas, los ahorros; nos fueron llevando hacia su proyecto y parece que ya, definitivamente, estamos en sus manos.

He de hacer una mención específica, porque me tocó de cerca: rodos los pasos que dio lo que en principio de llamaba Caja de Ahorros y Monte de Piedad de la Coruña en Lugo, que después de muchos años y muchos abusos, se “regaló” y pasó a ser ABANCA, con el mismo estilo del resto: a ganar todo lo posible. Los clientes ya aguantarán…

Y desde ese momento, a mirar hacia otro lado. Nadie da un paso adelante, nadie se mueve,ni la clase política, unos u otros? ¿Ni los ciudadanos? nadie? ¿Cuáles son las razones? .

Pues yo no me resigno, creo que hay que defenderse de quienes casi son dueños de muchas de nuestras cosas. ¡La dignidad está por encima de ellos, sin duda!

2 comentarios en «¿Y por qué no una banca pública? por Julio Méndez Menéndez de Llano»

  1. Estimado Julio: te felicito por tu iniciativa de re-creación (creación de nuevo) de banca pública pero mucho me temo que no va a ser posible o, al menos, no es la solución para los problemas a los que nos enfrentamos en estos momentos: digitalización de la banca y abandono de la tercera edad.
    Se tardarían muchos años en crear una banca pública entre otras cosas por las luchas entre distintos partidos políticos acerca de todo. fundamentalmente quién manda en el cotarro y quien vigila que no se robe y volvamos a las andadas.
    Además de que no podemos olvidar la viabilidad de ese banco público y que su rentabilidad fuera no muy mala.
    Abriríamos oficinas de ese nuevo banco público dónde? En poblaciones de más de cuántos habitantes?
    Soy más partidario de llegar a acuerdos con el sistema actual y que nos atiendas como nos merecemos.
    Un cordial saludo
    Javier Orellana

  2. Coincido con el suspicaz análisis.diagnóstico de J. Orellana. Y añado: ¡no hagamos oídos sordos a la experiencia y preocupémonos de la buena calidad y eficiencia de los servicios, no de la coloración política de quien los presta!

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