Salud dental
Mantener la dentadura limpia y bien ajustada evita la aparición de manchas, el mal aliento o la inflamación del paladar y de las encías. Asimismo, una dentadura bien ajustada faculta una buena capacidad de masticación al comer y una buena vocalización y dicción al hablar.
En esta ocasión el gerontólogo Víctor López García, nos habla sobre la importancia del cuidado de nuestra boca y dientes. Y es que como bien no señala Víctor, la prevención siempre es siempre la primera medida para una correcta higiene bucal. Una buena higiene y seguir las siguientes recomendaciones te ayudará a solucionar y a prevenir problemas en tus dientes y prótesis.
Sobre el Autor
Víctor López García. Médico Gerontólogo. Responsable del área de salud en UDP. Autor del libro “Longevidad extrema: un desafío existencial”.
Consejos para una buena higiene de la boca y los dientes
Como gerontólogo, creo conveniente, exponer a los lectores una guía de conocimientos básicos sobre la higiene y cuidados de la boca y dientes.
1. Higiene diaria
Los dientes pueden durar toda la vida, con un cuidado adecuado. Por eso, es importante mantener siempre una correcta higiene de la boca y dientes.
Es necesario, después de cada comida, cepillarse los dientes con dentífricos con flúor, limpiar la lengua y completar la limpieza con hilo dental
2. Revisión periódica
Las personas mayores son especialmente propensas a padecer alteraciones bucodentales, relacionadas con el uso de prótesis dentales, ingesta de medicamentos y trastornos generales de la salud.
La prevención es siempre la primera medida para tener una boca joven y bien conservada. Se recomienda acudir al odontólogo cada seis meses para que examine el estado de la boca.
Retrasar estas revisiones o mantener un comportamiento descuidado a este respecto, encarece mucho los tratamientos de la boca.
3. Dieta equilibrada
Para tener unos dientes y encías sanos hay que mantener una dieta equilibrada, ingiriendo los grupos básicos de alimentos: lácteos, cereales, carne, pescados, frutas y verduras, agua y fibra.
Y ello debe hacerse con el fin de que se tomen todos los nutrientes, vitaminas y minerales que necesita la boca.
Muy importantes, entre otros, para una buena salud de la boca y dientes son la vitaminas A, C, complejo vitamínico B, vitamina D, bioflavonoides, y minerales como el cinc, calcio, fósforo , magnesio, etc.
4. Medicamentos y problemas de salud
La toma de algunos medicamentos influye directamente en la salud bucodental.
Es necesario comentar al odontólogo cualquier medicación que se esté tomando- con inclusión de productos de herbolarios- o cualquier enfermedad que se padezca o se haya padecido, ya que ello puede explicar la situación bucodental y también puede tener algún efecto incidente perjudicial en el tratamiento que aplique el odontólogo
5. Cuidar las prótesis
El uso de prótesis dentales o dentaduras postizas requiere cuidados especiales y constantes. Éstas deben estar bien ajustadas al paladar del paciente y, en el caso de que se aflojen es necesario ir a la clínica dental para que el especialista la adapte bien.
Mantener la dentadura limpia y bien ajustada evita la aparición de manchas, el mal aliento o la inflamación del paladar y de las encías. Asimismo, una dentadura bien ajustada faculta una buena capacidad de masticación al comer y una buena vocalización y dicción al hablar.
6. Sensibilidad de los dientes y las encías
Las encías se retraen con el paso del tiempo, exponiendo zonas que no están protegidas por el esmalte del diente o de la muela, como las raíces
Esto provoca que las personas mayores sean las más propensas a sufrir hipersensibilidad en los dientes. En este caso es recomendable usar un dentífrico especial, sin olvidar de consultar al dentista para conocer cuál es verdaderamente la causa de esa hipersensibilidad y establecer las revisiones periódicas oportunas de control.
7. Sequedad bucal
La sequedad de la boca es otro de los trastornos comunes entre las personas mayores.
Puede ser debida a los efectos secundarios de algunos medicamentos que se estén tomando o a ciertos tratamientos. También puede ser debida a una deshidratación o a problemas inherentes a las propias gandulas salivares.
Para prevenir o aliviar la sequedad bucal hay consumir líquidos, aguas minerales, agua del grifo, bebidas no azucaradas, etc. También se puede recurrir a sprays y a enjuagues bucales con sustancias que estimulen la secreción salivar.
8. Cuidar la glucosa
Las personas que tienen diabetes- hecho muy frecuente en las personas mayores- pueden tener problemas en la dentadura y las encías más frecuentemente que en la población no diabética.
9. Limitación de los movimientos, sobre todo, de los miembros superiores
Algunas personas con reumatismos crónicos, artritis u otras afecciones del aparato locomotor ( hombros , codos, muñecas, manos, dedos…), pueden tener dificultades para cepillarse los dientes. En estos casos, se puede recurrir a utensilios especiales como los cepillos eléctricos, para facilitar la limpieza dental
10. Vigilar las heridas y lesiones de la boca
Cualquier herida o ulceración de la boca que permanece más de15 días sin cicatrizar, hay que acudir al medico.
Muchas veces estas lesiones las produce las prótesis mal fijadas o los dientes cariados o las raíces de muelas no extirpadas.
A veces aparecen en los labios, carrillos, encías, etc., unas manchas blancas (engrosamiento de la mucosa) que se conocen por leucoplasias, muy frecuentes en los fumadores, alcohólicos y deficientes en ciertas vitaminas, y en otras personas con secuelas de infecciones bacterianas, víricas y micóticas en la boca, etc.
Dichas lesiones hay que vigilarlas y, si procediese, extirparlas, en su momento-si no desaparecen por los tratamientos conservadores- por considerarse como lesiones precancerosas.