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En términos coloquiales, ¿que es un wearable? Literalmente, un wearable es algo que llevamos puesto encima, y nos podemos referir en concreto a una pulsera, un reloj, un colgante, un clip, etc., que dispone de sensores para medir nuestra actividad física, como el número de pasos que damos, el tiempo de sueño, etc, y que generalmente transmite estas medidas a nuestro teléfono móvil, donde se guardan esos datos de actividad física. Cada fabricante facilita una APP para los diversos tipos de teléfonos, Android o iPhone, que recoge esos datos y nos permite verlos.  Para una definición más formal y rigurosa, os recomiendo consultar la Wikipedia: Tecnología ponible.

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Wearables: clip de fitbit, pulseras de Jawbone y Fitbit, y reloj de LG

Además de transmitir la información, el wearable puede mostrar esa información que recoge con esos sensores, como puede ser el número de pasos que hemos caminado hoy, el número de calorías gastadas, o simplemente la hora, en su pantalla, si es que la tiene, o avisarnos con zumbidos, o iluminación de LEDs de que se nos está acabando la batería o que hemos superado el objetivo que nos habíamos puesto de ejercicio para el día.

Por último, la APP que maneja el wearable, desde el teléfono móvil, también puede transmitir información al wearable para avisarnos que tenemos una llamada, que hemos recibido un SMS o un Whatsapp, o que es hora de salir para el dentista. Si el wearable dispone de pantalla, nos mostrará quien nos llama o envía el mensaje, incluso nos permitirá ver el propio mensaje, o la cita que tenemos que atender a continuación. Si no, simplemente vibrará o encenderá algún LED y tendremos que echar mano del teléfono para saber de que nos está avisando. Esto parece poco útil, pero yo no pierdo una llamada desde que llevo uno, que lo único que hace es vibrar.

Algunos wearables, disponen, además, de botones, esferas móviles, o pantallas, que pueden ser táctiles, que nos permiten manejar ciertas funciones de estos. No obstante, las limitaciones del tamaño hacen que el manejo y la configuración del wearable sea mas fácil de hacer desde su APP en el teléfono móvil, como ya he dicho más arriba.

Para aquellos que nos atrae la tecnología los wearables nos provocan curiosidad, atracción y deseo, sin embargo, para el resto, en muchos casos, lo que os provocan son sentimientos negativos, una complicación adicional que nos trae la tecnología, que no sabemos para que sirve, que hay que aprender a manejar (con lo que nos cuesta aprender ya a los mayores), y que atender y mantener, aunque solo sea para cargarlos.

Probablemente ya sepáis que cualquier teléfono móvil moderno ya dispone de la mayoría de los sensores que llevan los wearables y os estéis preguntando que aportan los wearables. Pues lo que aportan es que, al llevarlos en la muñeca todo el día, nos pueden dar medidas mas precisas de las que nos daría el smartphone. Por ejemplo, la típica cuenta de los pasos que damos al día, que está basada en el uso de un tipo de sensor llamado acelerómetro, la podemos medir en la mayoría de los smartphones con Google Fit, Samsung Health o Apple Salud, y muchas otras APPs, en función del fabricante de nuestro smartphone, pero, cada vez que dejamos el smartphone en algún sitio y no nos lo llevamos con nosotros, esos pasos se pierden.

Esto es menos probable en el caso de los wearables, ya que lo solemos llevar puestos todo el día, y, a menudo, toda la noche. En las capturas de pantalla de mi smartphone podéis ver, respectivamente, la cuenta de pasos de mi móvil y de mi pulsera, el mismo día, a la misma hora, que, como veis, son diferentes, y, por supuesto, es mayor la cuenta de mi pulsera.

Pasos registrados en mi teléfono y en mi pulsera wearable

Las funciones básicas de que disponen todos los wearables, como ya he ido adelantando, son el conteo de los pasos y de las horas de sueño. Ambas funciones están basadas en las medidas de un sensor llamado acelerómetro.

El principio básico del sueño está basado en que cuando nos dormimos nos movemos significativamente menos y la pulsera detecta el patrón y de ahí deduce el periodo de sueño, llegando a detectar los periodos de sueño profundo, donde la movilidad es aún menor. En función de la cuenta de pasos, y cuando se producen estos, también nos dice el tiempo en que estamos desarrollando una actividad física, y, si le facilitamos nuestro peso y altura, el wearable puede hacer una aproximación al número de calorías que hemos gastado gracias a ese ejercicio.

En cualquier caso, no quiero dejar de deciros que todas estas medidas son aproximadas, si bien su utilidad está en la evolución, y no en los valores absolutos, cuando mi madre anda menos de 2.000 pasos diarios de media en una semana, cuando antes estaba por encima de los 3.000, puede que haya hecho muy mal tiempo esa semana, o que le duelan las piernas, o cuando veo que esta semana he andado de media menos de 5.000 pasos, cuando normalmente estoy por encima de los 6.000, es que me estoy haciendo comodón, y me tengo que concienciar de que si llueve, habrá que salir con el paraguas.

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Estadísticas semanales comparadas con las mensuales

El pulsómetro es un sensor que está empezando a imponerse en el mundo de los wearables y que no tiene sentido en un teléfono móvil. El pulsómetro es capaz de medir, como su propio nombre indica, el pulso o la frecuencia cardíaca. Evidentemente la idea es medir como el ejercicio afecta a esta, pero es otra información que podemos querer recoger de un familiar dependiente para ver si su pulso se altera con frecuencia, cuanto se altera, y, en un momento dado, puede ser algo que queramos comentar con su médico, y, porque no, cuando nos vamos haciendo mayores, esto también nos puede interesar a nosotros mismos.

Por último, el GPS es otro de los sensores que se está popularizando en este mundo. La idea es que el deportista pueda visualizar, a posteriori del ejercicio, la ruta que ha seguido, y está especialmente pensado para los corredores. Esto, de cara a los mayores, nos puede servir, de modo general, para saber si sale de casa o no y por donde se mueve, pero además, puede ser todavía mas interesante de cara a las enfermedades neuro-degenerativas, como el alzheimer, para poder controlar sus movimientos, e incluso, en un momento dado, para encontrarlos.

A la hora de elegir un wearable tendremos que empezar por decidir si necesitamos que disponga de pulsómetro o GPS, y mi recomendación es que os centréis en las pulseras y evitéis los relojes.  Los relojes son mas potentes y tienen mas funciones, pero son mas complejos y requieren tener buena vista, lo que a nuestra edad suele tender a escasear, ya que la pantalla es muy pequeña, y, ademas, hay que cargarlos casi a diario.

A cambio, las pulseras son más sencillas, simplemente con llevarlas puestas ya obtienen mucha información que puede tener valor para nosotros, y la recarga puede esperar una semana y más, y nos ayudan a saber como se encuentra nuestro familiar dependiente, cuanto anda y cuanto duerme, que son las medidas básicas que proporcionan. Además, son más baratas que los relojes, ya que, mientras las pulseras las podemos encontrar entre los 20 y los 200€, los relojes empiezan a partir de esa cifra. No obstante, sin duda, tanto unos como otros pueden ayudarnos y dependerá de nuestra predisposición el usar uno u otro.

Así pues, ¿para que quiere un wearable una persona mayor o una persona dependiente?, la respuesta es para controlar la actividad física del familiar dependiente, o de nosotros mismos. Y, si os estabais preguntando si necesitáis uno, espero haberos dado las pistas suficientes para saberlo.

Está claro que es más útil cuanto menos contacto tenemos a diario con aquellos que dependen de nosotros, ya que esto nos da información útil y objetiva sobre las dudas que dan lugar a discusión con ellos, casi todos duermen poco, pero, ¿es verdad que duermen poco? por el contrario, es tan frecuente que se pasen el día sentados, y cuando les preguntemos que nos digan que no han parado. No es difícil encontrar la utilidad, no para discutir con ellos, sino para saber cuando es preocupante de verdad.

Y esto, no solo para ellos, cuando viven en su propia casa, a lo mejor nos es útil para nosotros mismos, y para los que viven con nosotros, ya que es información objetiva, que no tardaremos en ver que el médico de cabecera estará dispuesto a revisar, e incluso querrá poder revisar.

Para más información visita el blog en-dependencia.com